La historia del pico
En Colombia un Picó es un sistema de sonido capaz de desencadenar una fiesta descomunal. El Picó es un dispositivo mecánico que “recoge” la energía vibracional del movimiento de la aguja sobre el acetato y la convierte en energía sonora para poner a gozar a la gente por medio de tremendo sistema de altavoces.
Hace parte de una tradición musical de más de 60 años en el Caribe. Tienen bafles gigantes que truenan con altos decibeles y, literalmente, hacen vibrar el suelo de barrios enteros: son los picós, esas máquinas de sonido típicas de la Costa Norte.
Además de la música, están siempre llenos de pintura, grafitis y mucha dedicación al elaborarlos, y han sido creados por familias de la Costa y administrados por diferentes miembros de estas, generación tras generación.
Sobre esta tradición se hizo el documental Picó: La máquina musical del Caribe, que llegó a Bogotá acompañado de una muestra de cómo se viven las verbenas y las ‘batallas picoteras’ en la Costa norte colombiana.
Estos desafíos se organizan para saber cuál es el mejor picó y hacerse merecedor del premio que esté en concurso. “Se evalúan tres factores: la música, la potencia y la calidad del sonido”, explica Ítalo Gallo, quien desde 1982 está a cargo de ‘El coreano’, uno de los picós con mayor tradición en Barranquilla.
‘El coreano’ debe su nombre a que su creador, Concepción Hernández, tío político de Gallo, estuvo en la guerra de Corea.
“En Barranquilla no marginamos ningún género musical, pero en nuestros picós suena sobre todo música africana y salsa, mientras que en Cartagena se inclinan más por la champeta, que nosotros ya no ponemos casi, porque desafortunadamente le están buscando un ritmo reguetonero, o urbano, como lo llaman ahora”, asegura Gallo.
Su hijo, también llamado Ítalo Gallo, es uno de los dos DJ que integran el grupo de aproximadamente 15 personas que están a cargo del transporte, sonido e instalación de este picó. Además será quien herede la administración del monstruo musical.
Picos en bogota
Con motivo del lanzamiento del documental, en una discoteca bogotana se ambientó una de las batallas, y aunque “a los invitados de la capital no les va tan bien con los ritmos caribeños que emiten los picós”, según Gallo, quien estuvo presente en la fiesta, se logró el acercamiento deseado de las personas del centro del país con la tradición de los picós.
La música africana hacía vibrar todo el lugar. La gente llegaba, atraída por el sonido que retumbaba por toda la cuadra, como sucede en las verbenas populares del litoral.
Contrario a lo que podrían hacer los nativos de San Basilio de Palenque, bailando al son del picó que más suene, en Bogotá aún es algo precaria la forma de baile. Pero quienes se suben al cuadrilátero –porque la pista tiene forma de escenario de boxeo– exhiben el valor que muchos habitantes de Bogotá jamás tendrían para enfrentarse al baile de niños, jóvenes y adultos en una verbena del barrio Las Nieves, en Barranquilla.
Durante la ‘batalla’ ambientada en la capital se enfrentaron cuatro DJ. Dos del ‘coreano’ y dos de la ‘caja del ritmo’, el picó que los productores del documental mandaron a hacer.
A partir de las 10 de la noche, cada DJ tocó durante media hora, y a la medianoche, cada uno debía lucirse con calidad musical durante cinco minutos.
El público, con sus aplausos, decidió cuál fue el picó que más hizo vibrar la fiesta. Igual sucede en las verbenas y ‘batallas’ de la Costa Caribe –donde la entrada cuesta entre 10.000 y 30.000 pesos y algunas veces se enfrentan hasta diez picós–, pues allí los habitantes de los barrios con sus bailes y quienes organizan estos eventos otorgan, con su criterio, un trofeo o simplemente “la dignidad de ganar”, comenta Gallo.
Documental de pico
Los Ministerios de las TIC y de Cultura lanzarán el próximo 23 de octubre 'Picó: La Máquina Musical del Caribe' una coproducción audiovisual de Lapost Estudio y Panoramika, uno de los productos incluidos en el proyecto transmedia ganadores de la convocatoria 'Crea Digital 2014'.
La película es una coproducción de Lapost Estudio y Panoramika; esta última, es la compañía que trabaja en el diseño del portal web y todos los elementos hipermediales que lo componen. Panoramika formuló el proyecto que resultó ganador de 'Crea Digital 2014', el cual recibió por parte de MinTIC y MinCultura un premio por $150.730.491 para su desarrollo.
Roberto De Zubiría, director del filme dice que la idea de producir este documental surgió luego de una correría por pueblos de la Costa Atlántica, durante el rodaje de una serie de TV. "Nos topamos de frente con una de esas máquinas, e inmediatamente me di cuenta del arraigo que estos sound systems tienen en el divertimento de las personas. Entendí la importancia que han ejercido en el desarrollo de la cultura musical del Caribe colombiano".
La cultura picotera es una tradición popular colombiana que surgió hace más de 60 años en los barrios populares de la Costa Caribe, cuya popularidad se debe a la afición de escuchar música a todo volumen y al goce de parrandear en fiestas callejeras descomunales hasta el amanecer. Allí, en medio del jolgorio, los Picó ‒conjunto de bafles gigantescos que emiten decibeles que truenan manzanas a la redonda‒ se hicieron parte del paisaje, un elemento imprescindible a la hora de pasarla bien.
'Picó: La Máquina Musical del Caribe' implementará próximamente un portal web para dispositivos móviles y de escritorio ‒bajo el dominio www.pico.com.co, a comienzos de 2015‒ donde se alojarán videos, fotografías y toda la información relacionada con el movimiento picotero que tanto furor ha causado en las clases populares de Barranquilla, Cartagena y otros municipios de la región Caribe colombiana.
Roberto De Zubiría, director del filme y de todos los desarrollos relacionados con este proyecto transmedia, relató que la idea de producir este documental surgió luego de una correría por pueblos de la Costa Atlántica, durante el rodaje de una serie de TV. "Nos topamos de frente con una de esas máquinas, e inmediatamente me di cuenta del arraigo que estos sound systems tienen en el divertimento de las personas. Entendí la importancia que han ejercido en el desarrollo de la cultura musical del Caribe colombiano", recordó.
El Picó y la Batalla Picotera
Un picó es un equipo de sonido integrado por seis o más parlantes de 18", de considerable tamaño. Es una suerte de discoteca ambulante que congrega multitudes en las calles de barrios populares de Barranquilla, Cartagena y municipios aledaños, donde jóvenes y adultos bailan hasta el cansancio a ritmo de champeta y otros géneros musicales. El comandante de la noche es, por supuesto, el dueño del Picó, a quien llaman picotero.
Cuando la tradición se propagó, la cultura picotera ‒hoy aunque arraigada, en franco declive‒ se convirtió en industria independiente: los picoteros comenzaron a cobrar la entrada a estas parrandas, llamadas Batallas Picoteras (cuando enfrenta a dos o más representantes). Muchos Picós célebres como El Solista, El Coreano, El Conde, El Sibanicú y El Timbalero, rentabilizaron su actividad y así sacaron adelante a sus familias.
Participar en una Batalla Picotera es una experiencia excitante: es, ni más ni menos, parrandear al aire libre, en un ambiente libre de presiones sociales donde la alegría, la camaradería, el bullicio y el baile vigoroso hacen parte de la jornada.
Llama la atención como los Picó son 'engallados' por artistas del aerógrafo, que plasman sobre lienzos hechos en cañamazo todo tipo de motivos: diablos echando candela, tanques de guerra y otros símbolos de poder, negros y zambos tocando los timbales, paisajes caribeños que derrochan colores escandalosos y por supuesto, todo tipo de instrumentos musicales asociados a la champeta, la cumbia y otros ritmos.
Según Roberto De Zubiría, en un Picó se resume la identidad de un nuevo personaje de la idiosincrasia caribe: el picotero. Lo estridente de los adornos gráficos de sus equipos de sonido, la diversidad musical de la programación que incluye músicas de todo el mundo ‒especialmente de África, que dio origen a la Champeta‒ y el desarrollo tecnológico que derivó en toda una industria del entretenimiento alrededor de estas máquinas, los hacen especiales, una especie de paganos a los que se rinde culto con desenfreno y todo tipo de excesos.
"También encontramos toda una industria fonográfica en la que se destacan personajes especializados en viajar a Francia y África para comprar acetatos para los picós, o empresas discográficas con 10 años de trabajo ininterrumpido, o personas especializadas en el desarrollo de la tecnología sonora", explicó Zubiría.
Un proyecto con impacto social
Es plausible el reconocimiento que ha generado el trabajo de investigación y promoción de la cultura picotera con 'Picó, la máquina musical del Caribe', aún incluso antes de su estreno.
Para De Zubiría, su proceso de búsqueda de las raíces de esta cultura, que inició a finales del 2012, trajo a colación a los picoteros, aquella famosa frase que apela a las nostalgias: "Todo tiempo pasado fue mejor". De eso se dio cuenta cuando le relataron cómo organizar una Batallas Picoteras actualmente, al constituirse como evento masivo, representa para ellos una cuantiosa inversión que pocas veces se hace rentable: transportar los monumentales equipos de sonido en tractomulas, de barrio en barrio y de pueblo en pueblo, no es nada barato.
"En cambio, en sus inicios, una fiesta Picó era un acto más sencillo y silvestre", afirma Zubiría. Por eso, los picoteros se dieron cuenta de que debían comenzar a construir máquinas al estilo de la vieja guardia, y simplificar sus eventos. "Cuando organizamos una verbena en Barranquilla con todos los ingredientes de una parranda de los años 70, debido al éxito que se tuvo, produjo que las fiestas picoteras tradicionales renacieran", agregó.
No obstante la actualidad picotera no es la mejor. Antes era muy fácil obtener un permiso de la Alcaldía para cerrar calles, pero debido a las protestas de los vecinos por los ruidos excesivos y los desórdenes generados en estas parrandas (peleas, consumo de drogas, etc.), generó problemática social: puso a los picoteros en la mira de las autoridades, que censuraron esta actividad. A raíz de esto, se han producido motines.
De Zubiría fue testigo de un incidente. Cierto día, mientras grababa con su equipo escenas del documental, llegó una patrulla del DAMAB (Departamento Técnico Administrativo del Medio Ambiente de Barranquilla), entidad encargada de vigilar el nivel de contaminación auditiva en 'La Arenosa', con la misión de suspender una fiesta. Entonces se desencadenó una fuerte discusión que pasó de los gritos a los insultos. "Hasta nuestro camarógrafo resultó agredido", comentó.
Pero él tiene la esperanza de que 'Picó, la máquina musical del Caribe', contribuya a que la gente y los políticos de la región dejen de satanizar esta tradición, tatuada en el alma costeña. Volver a ver una cuadra llena de parejas bailando champeta, meneando las caderas de forma frenética al vaivén de la Batalla Picotera, sería el mejor homenaje que Colombia le podría rendir a los legendarios Solista, Coreano, Conde, Sibanicú y Timbalero, los pioneros que han sido escuela para muchos músicos y melómanos costeños que al verse acorralados, exportaron la tradición a otros países.
Clases De Picos
REY DE ROCHA
El Rey de Rocha es el más grande de Cartagena y es considerado como el picó más representativo de la Champeta. Nació en 1985 en el corregimiento de Rocha.
Es una potente máquina de sonidos con 24 bajos de 21 pulgadas, 16 brillos que se arman sobre una estructura metálica, y columnas de parlantes a sus lados. Además de un display que funciona como el cerebro del picó, y el micrófono del Dj para animar.
Noraldo Iriarte, conocido popularmente como Chawala, es director y productor de la Organización Mundial Rey de Rocha (OMR). “El Rey” ha realizado presentaciones en ciudades como Bogotá, e incluso ha viajado a Venezuela.
EL IMPERIO
También llamado Maxiteca Imperio Producciones (MIP), está compuesto por 20 bajos, 12 medios, 4 máquinas de medio lab gruppen.
Nació el 2 de febrero de 2008 y actualmente es uno de los picós más reconocidos en la ciudad. Su dueño es Aroldo Iriarte Arias, más conocido como 'Flaco Iriarte'.
Los seguidores de este picó se hacen llamar 'Imperialistas'.
GEMINI ESTÉREO
Llamado Gemini Estéreo o Gemini del Chamba, es del barrio La Esperanza y su creador es Juan Carlos Sossa. Por medio de este picó se han impulsado a varios artistas como Mr Black, El Afinaito, El Jhonky, Latin Dreams entre otros.
Este picó fue el ganador de un Congo de Oro en Barranquilla.
PASKY EL ARTILLERO
En los años noventa nace en el barrio Olaya Herrera el picó 'El Pasky', formado por 12 bajos y 10 medios con sus estructuras y tarima en aluminio, luces y humo.
'El Pasky' es uno de los tantos picós del barrio y toca en los pueblos de Bolívar, representando al género musical.
El Sayayín, Mr Black, Kevin Florez y Eddy Jey hicieron parte de este picó.
NAMY MUSICAL
Es un picó conformado de una caja tradicional de 5 parlantes, 2 bajos y 3 medios, y una regadera que cuenta con 4 parlantes de 8 medios, 6 brillos y 2 chismosas que hacen expandir el audio. Además de un ecualizador de 24 teclas, un crossover y 3 plantas.
'Namy Musical, la humildad ante todo', coloca desde jíbaros, salsa, champeta criolla y música africana. Llevan 10 años y su director es Nilson Argel, conocido como "Namy".
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